Comunicado CEO, BERNER GROUP “Superamos los límites de lo posible para los forjadores de un mañana mejor”
Otras empresas han descrito su propósito de forma que suene bien para el mundo exterior. Pero, sinceramente, nosotros no somos así. Hemos puesto corazón, pensamiento y tiempo en nuestro propósito. Hemos recordado nuestras raíces, lo que ha ocurrido desde 1957. Nos hemos guiado por lo que viven hoy las personas de nuestra Familia BERNER. Ellos son nuestra inspiración. Lo que nos da forma es una cultura de rendimiento. Lo que nos da forma es una cultura de comunidad. Personas que dan más que los demás.
Mi padre fundó la empresa con apenas cinco años académícos. No tenía dinero ni estudios superiores. Al principio, sólo venía a casa los sábados para comer y hacer cuentas. Los domingos descansaba y volvía a salir el lunes antes del amanecer. Debió de recorrer él solo más de seis millones de kilómetros. Ha desarrollado las mejores innovaciones químicas, taladros y clavijas del mundo sin tener un título. ¿Imposible? ¡Posible!
A los 27 años, me convertí en uno de los miembros más jóvenes del consejo de administración de Europa que se hizo cargo de una empresa que estaba a punto de ser vendida o disuelta. Para mí, creer en lo imposible y creer en esta empresa cada día ha sido la razón por la que me he levantado. Siempre he creído en el equipo, en la Familia BERNER. No creí a los que decían que no era posible. Hoy definimos el mercado. ¿Imposible? ¡Posible!
Pero mucho más importantes son nuestros empleados. Toda mi vida la he pasado con personas que aman esta empresa, que siempre lo dan todo por ella y por el equipo.
Nuestra red de ventas lucha cada día y hacen todo lo posible por nuestros clientes. Son capaces de conducir 400 kilómetros sólo para ayudar al cliente de otro compañero. Apoyan a los clientes los fines de semana con sus proyectos para que su negocio siga funcionando. No conocen límites en caso de emergencia, para que la mercancía llegue a nuestros clientes. Por otra parte, el personal administrativo y logístico mantiene todo unido, cohesionado y así hacen posible la perfección para nuestros clientes. Llevamos más de medio siglo haciendo posible todo lo imposible.
Crecí en una empresa que asume responsabilidades, que se preocupa por sí misma y por los demás, que siempre piensa de forma solidaria y responsable y seguirá haciéndolo. Y tenemos grandes clientes. Clientes que hacen tanto trabajo positivo cada día. Siento auténtica admiración por nuestros clientes.
Por esta razón, por ellos, nuestro Propósito es: "Superar los límites de lo posible para los forjadores de un mañana mejor". La primera parte representa nuestra propia aspiración. Para nuestros clientes, para nosotros mismos, no aceptamos límites. No hay "no", no hay "no se puede". Encontramos soluciones. Eso está profundamente anclado en nuestro ADN. Hemos hecho posibles todos nuestros objetivos imposibles. Pero, lo más importante de nuestro propósito corporativo es que servimos. Desde que me incorporé a BERNER, servimos a nuestros clientes. Servimos a la comunidad. Nos servimos los unos a los otros. Siempre y tanto "para los forjadores de un mañana mejor".
Y estos” forjadores” son nuestros clientes. ¿Quién nos ayuda a afrontar retos como el cambio climático? Nuestros clientes. Ellos hacen que el mundo cambie improvisando, optimizando, manteniendo y reciclando. Queremos servirles y cambiar el mundo junto con ellos. Los otros "forjadores de un mañana mejor" son nuestros empleados. Con su iniciativa, su compromiso, han cambiado la vida de muchas personas en los últimos años con más de 300 proyectos solidarios en toda Europa. Juntos, por ejemplo, pudimos facilitar más de medio millón de euros para Ucrania, como una de las primeras empresas de Europa.
Queremos estar ahí para las personas que están cambiando el mundo. Con grandes, pero también con pequeñas aportaciones. Todos los días. Sin miedo y sin esperar a ver qué pasa, sino en el remangarnos para trabajar duro y mirar hacia delante.
Para quienes realmente quieren marcar la diferencia, somos las personas adecuadas.
Pushing the limits
Christian A. W. Berner